uestro cerebro es como una máquina que se ha ido programando desde la niñez; y, ya adultos, no nos cuestionamos su programación: nos dejamos llevar por la inercia de una forma de pensar que nos arrastra cada vez más rápido, y no siempre a un buen fin.Visita nuestra web
Deja un comentario
Lo siento, tenés que estar conectado para publicar un comentario.